14 feb 2010

Viviendo desde el corazón

Posadas, 13 de febrero de 2010


Siento que puedo escribir las cosas más lindas en esta tardecita, y me dispongo a hacerlo. Sentado en mi terraza con temas de María Elena Walsh sonando de fondo, las letras fluyen como surfista en la ola de su vida.

Y así es, hoy simplemente las cosas fluyen, y después de una excelente sesión de la verdad con mis amigos Viktor, Romina, Guillermo, Francisca, Shin – i y Vanesa, y también de un encuentro muy rico en amor, paz y nuevos horizontes que concluyó con una hermosa sesión de masajes sobre mi ser me dispongo ahora a escribir con todo el amor que tengo para dar al mundo. Y surgen los interrogantes de siempre, acerca de que escribir hoy.

Vivir desde el Corazón


Es un título hermoso que lleva de la mano muchas actitudes y prácticas cotidianas, que incluyen desde enviar energía a las personas que las necesitan hasta prender la vela del amor y llevarla a la mayor cantidad de gente posible todos los días. Para mí una filosofía y forma de vida, en la que entrego mi ser a lo que el universo tenga pensado para mí en cada día. Y para el universo que me circunda y del que me llega su retroalimentación, un poeta, un vecino inspirado que pone carteles en su puerta, un ángel en el lugar adecuado, jesús, un loco o simplemente un compañero de vida. Muchas son las palabras con las que las personas intentan catalogar, o definir las actitudes de este ser que escribe, escribe y practica las cosas que pone sobre el papel, quizás sea la falta de más gente que escuche a su corazón e intente ver su visión de antes de nacer para saber que es lo que vino a trabajar a este mundo terrenal. Poseo una fuerte creencia al respecto, aunque me cueste definir cual es el trabajo que vine a hacer a la Tierra, agradezco la oportunidad que se me ha dado de poder practicar todos los días el ser un mejor ser.

Vivir desde el corazón incluye la práctica de muchas cuestiones que usualmente conocemos y que nos han llegado a través de las milenarias religiones que existen en este planeta, o a través de algunos de los iluminados que hayamos tenido la suerte de leer. ¿Por qué digo de la práctica? Porque está en la práctica el verdadero aprendizaje. Se pueden saber y conocer muchas cosas y ser un gran conocedor y hablar y hablar y hablar en la calle, con los compañeros de trabajo y amigos y predicar formas de vida y enseñanzas, pero la sabiduría hermanos y amigos míos es hacerlo. Y hacer las cosas no es lo mismo que hablar.

Creo que vos estás de acuerdo conmigo si digo que robar es una desviación de la conducta humana original de amor y paz, que a lo largo de los siglos ha sido castigada de diversas formas por sociedad, y en el fondo todos sabemos que está mal robar y nos horrorizamos cuando vemos asaltos a mano armada, secuestros extorsivos, robos a bancos, cuando asaltan a un anciano sacándole todo el dinero del mes. Y nos sentamos en la mesa de nuestras casas leyendo el diario y mirando la tele y posteriormente criticamos y comentamos con nuestros allegados las barbaridades que se cometen a diario. Hasta acá todo muy lindo. Ahora bien desde el corazón y con amor te pregunto, de las siguientes situaciones que has vivido o presenciado con amigos y familiares, ¿Qué has hecho cuando…?:

• Te enterás que alguien se cuelga de la luz
• Ves televisión en la casa de alguien que tiene una conexión clandestina
• Chateaste o conversaste con alguien que tiene una conexión dividida clandestina en Internet
• Te dieron un vuelto de más en algún negocio
• Cuando viste dinero en el suelo
• Cuando te dieron alguna mercadería y no te la cobraron
• Cuando viste una billetera en el suelo
• Cuando encontraste en la calle un objeto que era de propiedad de otro
• Cuando te falta energía y sentís que gritándole a alguien o intentando controlar a otro se la robás y te sentís mejor
• Cuando te enterás que alguien roba a alguien más


Frente a estas pequeñas situaciones que vemos todos los días y/o presenciamos en carne propia. ¿Qué hacés? Cuando los dedos de tu mano en vez de apuntar a la tele o a un desconocido, se topan con un amigo, familiar o conocido, ¿Tomás la misma postura?

Y cambiando un poco de tema pero haciendo hincapié en las mismas reacciones, he presenciado muchas ocasiones en las que la vida ha mostrado a mis ojos y a los de mis allegados cuestiones desagradables como el hambre que padece gran parte del mundo en el que vivimos, o la corrupción, la guerra y la violencia. ¿Cómo reaccionás? Hoy vivimos particularmente en carne, dolor y llanto el horror que le tocó vivir al pueblo de Haití y quisiéramos ayudar de todas las maneras posibles para que ese pueblo pueda volver a levantarse. ¿Y cuando nos golpea la espalda una personita de cinco añitos pidiéndonos comida? ¿Y cuando vemos a gente durmiendo en las calles de la ciudad? A veces me escandalizo de los anticuerpos que hemos generado para que esas cuestiones que vemos todos los días no nos afecten y cuando es un niño de África a miles de kilómetros el que sufre queremos ayudar. ¿Que raro no?

---bd---

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